Una obra digna de un Emmy
Bill Thompson.
Para hablar de Bill Thompson hay que hablar de ESCULTURA.
Como origen terminológico, la palabra proviene del latín scūlptura.
Como práctica, es una de las llamadas Bellas Artes.
Es el arte de tallar la piedra o la madera.
De modelar el barro o el hormigón.
De dar forma a metales como el hierro, el bronce, el acero o el oro.
Cuando pensamos en Escultura pensamos en grandes estatuas de mármol expuestas en altos pedestales. Algo reluciente y armonioso que contemplar desde la distancia; pero nada más lejos de la realidad.
Hace poco, en esta página hablábamos de Venske & Spänle, creadores de los Smörfs, unas extrañas esculturas de mármol creadas para interactuar con el entorno e integrarse con los espacios que las rodean.
Bill Thompson, al igual que la pareja de artistas, también rompe con las técnicas creadas por sus antecesores y nos habla de innovadores materiales como el poliuretano y la pintura para coches. De formas caprichosas que no siguen ningún molde o patrón de belleza. De un trabajo único que no sigue ningún movimiento artístico más allá de la creación única de un objeto evocativo.
Después un cuarto de siglo dedicado a la pintura, este artista de origen americano, ha pasado los últimos 15 años creando esculturas que representan figuras orgánicas caprichosas e impredecibles, sólo existentes previamente en su imaginación.
A partir del boceto de un sencillo dibujo, el escultor emplea bastos bloques de poliuretano que talla, moldea y lija laboriosamente durante incontables horas. A continuación, cubre las piezas con más de 20 capas de imprimación para coches en spray con una mezcla de color exclusiva para cada obra, y concluye cubriéndolas con uretano acrílico transparente. Todo hecho sin más ayuda mecánica que una simple lijadora eléctrica.
Este creador incansable de Massachusetts, ha exhibido sus obras por todo el mundo, desde Sidney hasta Belfast, pasando por Seúl, Munich y, más recientemente, Barcelona y Valencia.
“Tool Box“ fue el título de la última exposición con la que Thompson nos deleitó el año pasado en la ciudad del Turia, pero esperamos tener la oportunidad de volver a recibirle próximamente en nuestro país. Mientras aguardamos su regreso, os recomendamos echar un vistazo al hermoso documental ganador de un premio Emmy, en el que se refleja el laborioso proceso de trabajo de este genio de la escultura.
¿Quién dijo que ser artista era fuera fácil?